Dieron las 10:40 am y Santiago no aparecía. Lucía se impacientaba cada vez más y más. Tras esperarlo un largo tiempo, llegó. Estaba acalorado y cansado de caminar. Se disculpó rápidamente y Lucía no tuvo ocasión de recriminarle porque se acercaba el colectivo.Estaba abarrotado de gente, en todo el viaje ni un asiento se desocupó.Todos ibamos hacia el mismo lugar, todos a Tecnópolis. Caminaron entre la multitud por unos pocos minutos. Luego, lo vieron. La entrada de Tecnópolis era más grande de lo imaginado.
Nos encontramos con nuestros compañeros.Julieta y Brenda, nuestras compañeras de equipo, ya estaba allí; pero algo pasaba... ¿Dónde estaban los profesores? Todos estaban confundidos y un tanto perdidos. Algunos querían marcharse; otros, querían esperar. Mientras tanto, el sol iba calentando la tarde y el calor empezaba a notarse.
A lo lejos, unos 15 minutos después de que Lucía y Santiago lleguen al establecimiento, los profesores se acercan a los alumnos. Controlaron quien estaba y quien no.Les encomendaron su tarea y se dirigieron a hacía su destino...El Sector 5B.
Así, los cuatro integrantes del grupo, se dirigieron hacia donde debía ir. Caminaron y caminaron bajo el sol. El establecimiento estaba abarrotada de gente curiosa que se moría por entrar a las distintas exposiciones. No podríamos entretenernos, debíamos trabajar.
Llegamos. Tomamos algunas fotos y pedimos una entrevista. Las cosas marchaban como viento en popa.No había mucho por hacer y nuestro trabajo estaba finalizado.
Parecía haber un espectaculo cerca de donde almorzamos. Los más curiosos alzaron su cabeza para verlo.Luego de almorzar, cada uno tomó su rumbo y se dirigió hacía donde quería a pasar el rato. A las 16:00 pm era hora de marchar y así lo hicimos.
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